quinta-feira, fevereiro 10, 2005

Homenaje a Jacobo San Miguel

Jacobo San Miguel, uno de nuestros lectores, murió el pasado 6 de Enero, Festividad de los Reyes Magos, en California debido a complicaciones del tratamiento del cáncer a que estaba siendo sometido.
Jacobo San Miguel, ferviente católico tradicional, era mexicano de nacimiento. Su padre era judío ruso y su madre era mezcla de sefardita y maya. Fue educado en un ambiente de judaísmo reformado y descreído y en su juventud fue prácticamente agnóstico.
Tras completar estudios secundarios en la ciudad de México emigró a Israel durante un tiempo. De vuelta a América se estableció en EE.UU., donde se hizo abogado. Actualmente estaba finalizando un PhD en Historia.
Se casó y tuvo tres hijos. Todos ellos le sobreviven y, si por un casual leyeran esto, A Casa de Sarto les expresa nuestro más sentido pésame y profundas condolencias por el fallecimiento de Jacobo San Miguel.
Su conversión al Catolicismo vino acompañada de unas cruces y sufrimientos enormes, pues fue rechazado de la comunidad judía en que vivía y por su propia familia.
Debido a uno de esos insufribles sujetos que pululan, o mejor, pululaban, por nuestras casillas Jacobo y yo entramos en contacto hace varios meses y desde entonces mantuvimos un intercambio epistolar que sólo se interrumpió en los días previos a su muerte.
A Casa de Sarto rinde aquí un pequeño homenaje a Jacobo, que en paz descanse. Nada mejor que extractar algunos párrafos de la correspondencia privada mantenida con él. La claridad de algunas de sus ideas y algunos de los sufrimientos por los que pasó por su conversión y fidelidad a Cristo merecen ser reflejados.

Su conversión

“Lo que yo le quisiera contar, Don Rafael, es cómo me convertí. Yo era un pendejo humana y espiritualmente hablando. Platicaba mucho de religión y siempre era para escarnio. Yo tenía para mí que el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento eran dos cuentos fantásticos, nada más. Argumentaba que Moisés había tenido alucinaciones auditivas cuando subió al Sinaí, que había demasiada poesía alrededor de David y que Jesucristo era un chamaco impostor […] No había más Dios porque en realidad no había Dios, aunque acostumbraba a leer algo el Talmud y poco la Kabalah –la cual me pareció siempre una estupidez enorme […] El desprecio y el asco que sentía por los cristianos era impresionante […] pero tuvo que ser en su Patria, que es ahora mi Madre Patria, en Toledo, donde empezó mi conversión. Iba yo camino de Jerusalem, pero tenía que hacer escala en Madrid y perdí el avión porque aterrizamos tarde. Así que decidí ir a Toledo, que muchos habían calificado como linda. Toledo es la capital de Sefarad, como bien sabe, una ciudad muy querida para nosotros, los judíos. Fui a la Catedral y me quedé fascinado con el Greco. Me quedé extasiado ante ese pintor místico y me quedé anonadado ante una familia, una abuela, unos padres y tres hijos, que rezaban el Rosario en una Capilla lateral. No sé qué me pasó entonces. Ante el crucifijo del Altar Mayor tuve la imperiosa necesidad de arrodillarme. Yo gritaba en silencio: ‘¡Dios de los cristianos, si existes, muéstrate!’ […] Fue luego allí, en el Escorial, que sin saber por qué lloré ante una precioso cuadro de la Virgen. No sabía por qué lloraba … Cuando llegé a Tel-Aviv me faltó tiempo para salir para Jerusalem […] y me metí con un grupo de peregrinos cristianos que hacían un tour de tres días por los lugares de Tierra Santa. El franciscano que hacía de guía explicaba cómo se habían cumplido todas y cada una de las profecías de Isaías sobre Cristo, profecías que conocía bien porque mi madre era una buena judía ortodoxa y me leía estas cosas de pequeño. Empecé a pensar que los cristianos estaban acertados y yo no, que Cristo era el verdadero Mesías […] Cuando me regresé a USA quería leer y saber de Cristo más y más. Me compré una Biblia y empecé a atender los servicios de una iglesia episcopaliana al tiempo que leía a autores católicos que tenían sangre judía, principalmente carmelitas, como Santa Teresa, San Juan de la Cruz y Santa Edith Stein. Pero también a otros como Fray Luis de León y la autobiografía del Rabbi Zolli, que luego se convirtiera al catolicismo […]” (15 de Julio, 2004)

Su éxodo y su purgatorio

“ […] Mi mujer se volvió loca contra mí cuando se enteró que yo flirted con el Cristianismo. Era una auténtica […], siempre hiriéndome. Me hacía la vida imposible y me provocaba continuamente, así durante dos años […] Perdí el trabajo y consiguió un divorcio en un tiempo record y un injunction contra mí. Me acusó de todo […] No pude ver a mis niños en tres años a los cuales quería y quiero muchísimo a pesar de que hace años que no los veo […] Fue entonces cuando conocí a Daniel […], este judío argentino del que ya le he hablado, que para aquel entonces ya se había convertido al Catolicismo. Estaba desesperado, pero empecé a ir a Catecismo en una Iglesia Católica con él. Yo lloraba por mi familia todos los días, pero al poco encontré otro trabajo que luego fue bueno, porque me ha dado una posición económica comfortable. Daniel me animaba. Yo estaba triste, muy triste. No podía ver a mis hijos y mi ex-mujer los ponía contra mí sin cesar. Dejé de ir a los episcopalianos tras leer varios libros sobre el Protestantismo que me dio Daniel. El Protestantismo es una falacia, una mentira, y ahora la Iglesia Católica está protestantizada. […] Un trece de octubre, tres años después de mi inesperada visita a Toledo fui bautizado católico en una de las misiones españolas en California.” (31 de Mayo, 2003)

Su amor por España y Portugal

“Al leer sobre el Catolicismo no podía por menos de leer no sólo Teología, sino también Historia, a la que siempre fui aficionado. Leí muchos libros […] Me di cuenta de que se nos había mentido descaradamente, de que Felipe II era esencialmente un buen católico que hizo lo que pudo, que fue mucho. También al profesor Luis Suárez, que escribió una obra impresionante sobre la expulsión de los judíos de España. Entendí a la Reina Isabel y por qué se hizo, aunque todavía tengo mis reparos de que la medida no fuera del todo correcta e incluso positiva. Además, Luis Suárez es también judío, así que nadie puede acusarle de antisemitismo […] En México nos mienten, nos dicen una leyenda negra sobre los españoles, pero lo cierto es que Cortés decidió actuar militarmente cuando vio los sacrificios humanos y gracias a los españoles esas abominaciones cesaron […] Que España hizo la obra más grande de la humanidad al convertir más paganos (pero también judíos, porque fueron muchos los judíos que se convirtieron en España, o las Españas, como a ti te gusta decir) que nadie. La obra de los Imperios Español y Portugués no es una obra de hombres, es una obra de Dios […] Fue entonces cuando yo, que había nacido en México, me hice interiormente mexicano de verdad, pues hasta entonces nunca lo había sido […] Qué sufrimiento y castigo ha de mandar Dios a los Estados por lo que hicieron con México! […] Vosotros, los españoles, trajisteis la Fe de Cristo a este continente americano, luego ayudados por los portugueses en Brasil y los franceses en Canadá […] Déjame acabar este e-mail, querido Rafa, dando un viva a España, a la Madre Patria querida del alma […]” (8 de Octubre, 2004)

Su descubrimiento de la Tradición

“[…] pero a mí siempre me quedó esa cosa de los Protestantes después de leer mucho, y yo veía que la Iglesia era cada vez más protestante. Lo bueno de la Tradición es que tiene una sucesión ininterrumpida, aunque elevada y transformada por Jesucristo, desde el Sacerdocio de Abraham (sí, Sacerdocio, porque Abraham prefigura el sacrificio que Dios ofrece de su Hijo Jesucristo) hasta el Sacerdocio de San Pedro, que se continúa los últimos dos mil años […] Alguien me habló de unas Misas en Latín y fui allá. ¡Qué belleza, qué belleza, qué dignidad, qué pureza! Tenían muchos libros en aquella Iglesia, y compré más de cuarenta libros sobre muchas cosas de Liturgia, del Vaticano II, sobre historia, sobre cambios de la Fe, etc. Se rieron mucho cuando tuve que pedir ayuda y traer dos cajas grandes del carro para transportarlos. Fueron cinco meses de no dormir. Trabajaba y leía. No hacía más. El senior partner de mi firma quiso que fuera al médico, al psicólogo, porque el agotamiento fue tal que caí enfermo de tanto leer, como a Don Quijote [...] Sí, creo que leí cuarenta y dos o cuarenta y tres libros sobre la Tradición en menos de medio año […] Me fui de vacaciones a Roma un mes y allí iba a Misa en Latín, de la congregación de Lefebvre, Santo Obispo inicua y falsamente excomulgado como le pasó a San Atanasio, y luego paseaba por el Vaticano y por Roma. Así percibí el contraste entre la Roma pagana y la Roma Eterna, mejor que lo que palabras pudieran decir. Me di cuenta de la grandeza de la Roma Imperial, pero estoy completamente de acuerdo contigo, Rafa, en que ese Imperio Romano fue salvado en todo lo que se podía salvarse por la Iglesia y luego vuelto a ejecutar por los españoles del siglo XVI […] porque la Iglesia es Católica, Apostólica y Romana, pero es Eterna e inmutable, cosa que los modernistas no quieren entender. Al volver de Roma ya nunca volví más que a la Misa Tridentina, que es expresión de la pureza de la Fe […] Mas la lucha no es litúrgica, es sobre todo de Fe, de pureza de la Fe.” (15 de Agosto, 2004)

Su opinión sobre A Casa de Sarto

“Apreciado Señor Castela Santos: Le agradezco su e-mail. Efectivamente no merece la pena perder el tiempo con un pincho pendejo que sólo sabe insultar y que cuando le responden con argumentos razonados responde con insultos. Así son los odiadores de la Santa Madre Iglesia Católica y así es también la suerte de los perseguidores. Rezaré yo por él en vez de perder el tiempo en responder a sus estupideces anticatólicas. Yo también, como otro judío insigne de nombre Pablo, fui perseguidor y odiador de cristianos, así que tampoco debería acusarle tan duramente pues siempre hay esperanza […] pero no me amedrenta que un joven diga que quiere un encuentro físico conmigo. Llevo practicando artes marciales casi 40 años y sigo entrenando casi a diario, aparte de que atrás recibí instrucción en el combate cuerpo a cuerpo y he estado en situaciones de combate real en guerra. Así que el abrirle la cabeza a […], odiador y blasfemador de Cristo, sería un placer y una cuestión menor para lo que uno ha pasado. A lo mejor así entraría en razón […] Ya está bien de que no se pueda tocar a musulmanes o judíos o a los gays pero que todos coreen y aplaudan cuando son los católicos los insultados, pero le doy mi palabra de no volver a entrar en polémicas inútiles con […] […] y quiero aprovechar este mensaje para darle las gracias a su director Joao Sarto y a Vd. por el formidable blog que hacen. No importa que les lean poco. Lo importante es demostrar que estamos ahí, que el estandarte y la bandera de la Tradición siguen estando ahí, siempre. Mi portugués va mejorando poco a poco, pues lo necesito para mi Tesis Doctoral […] Sigan ahí, manténgase, con continuidad y con firmeza […] Por cierto, yo soy un lector acérrimo del Padre Castellani, a quien releo continuamente, y me alegro mucho de la reivindicación que de él hacen en A Casa de Sarto […] Es lógico que sea un blog bilingüe porque la Espada de la Cristiandad tiene dos filos primordiales: España y Portugal […] A Casa de Sarto es un espacio bien católico y mi única queja es que no escriban más a menudo, pero siendo Vd. médico y Joao Sarto (…) tiene mérito que saquen tiempo para esto […]”

Despedida

“Querido Rafa: estoy aquí, tremendamente débil. La operación salió bien según me dicen los médicos. Pero han tenido que empezar con la quimioterapia pronto para evitar la diseminación del tumor. Apenas me llegan las fuerzas. Pero a pesar de esto, y de saber que el 50 % de los pacientes con mi mismo tipo de cáncer no logran superar los dos años, tengo esperanza en ser del otro 50 % e incluso de sobrevivir los cinco años, a los que sólo el 25 % llegan. Estuvo aquí el Padre […], que es un Sacerdote tradicionalista independiente […] Me dio la Extremaunción e hice una Confesión general de toda mi vida. Me sentí muy aliviado, pero si algo pasara ahora sé que no puedo ir a mal sitio. Tal es la Misericordia de Dios. Estoy en paz con Dios, muy arrepentido de mis pecados de juventud y de madurez. Perdono de corazón a todos, incluso a mi mujer, quien tanto daño me ha hecho […] Tengo muy buenas noticias que te alegrarán: mi hijo mayor A […] y mi hija J […] han venido a verme al hospital. A […] y yo lloramos mucho. A […] se arrodilló y me pidió perdón y me ha dicho que a partir de ahora él y J […] van a estar conmigo a mi lado. Les di me bendición a ambos. A […] lloraba y lloraba. Fue como la parábola del hijo pródigo y ahora sé porque Dios nos quiere tanto y es capaz de olvidar tanto. El amor lo puede todo […] J […] ha roto su compromiso y me alegro, porque su fianceé era un tipo materialista, avaricioso y sin ninguna inquietud espiritual. A […] volvió por la tarde y le hablé durante tres horas de mi conversión y por qué me hice católico. Tenía que parar a veces y me quedé dormido unos minutos, porque estoy muy cansado. J […] me besó con ternura […] A […] vendrá pasado mañana con mis cuatro nietos, de los cuales sólo conozco a dos. Como ves, tengo que vivir para ahora poder estar con mis hijos y conocer más a mis nietos […] J […] apenas habla con su madre, pero le dije que ella era su madre pese a todo. Ella está intentando convencer a N […] para que venga a verme, pero él está todavía muy influido por su madre. El recuperar a mis hijos, aunque sea por culpa de la enfermedad, es el mejor regalo que Dios me ha podido traer estas Navidades. […] Muchas gracias por las imágenes de la Virgen de Fátima y de la Virgen del Pilar que me has remitido. Las tengo aquí, a mi lado, junto con la Virgen de Guadalupe […]. Y te agradezco todas tus oraciones […] pero no pidan por mí. Yo estoy bien. Estoy confesado y comulgado y en Gracia de Dios. No tengo miedo, aunque sé que puedo morir durante los próximos meses. Pidan por la conversión del pueblo judío. La salvación del mundo vendrá por los judíos y judío es Cristo también. Mientras los judíos no se conviertan al Catolicismo el problema de Israel no tiene solución. La injusticia sobre los palestinos y, especialmente, sobre los árabes cristianos no tiene nombre. Apenas hay judíos cristianos allá porque los expulsan […] El problema es tan complicado que no tiene sino solución espiritual: la conversión de judíos y palestinos a la Fe Católica. Sólo eso puede traer perdón y paz. Israel y Oriente Medio traerán la ruina a todo el mundo, a este mundo descristianizado […] Cada día veo más clara la amenaza de Rusia y China, pero quizás sólo Rusia, una vez rotas las cadenas del cisma, sea capaz de controlar la marea islámica que a los europeos será vuestro castigo […] Resen por la conversión de los judíos, por la conversión de Rusia y, por supuesto, por la conversión de los pecadores y no-creyentes. Y resen por Vds para que conserven la Fe Católica de sus padres. Y resen, sin temor, porque Dios castigue duramente a los enemigos de Cristo y de su Iglesia que no quieran arrepentirse […] Te dejo, Rafa. Gracias por tus ánimos y oraciones […] pero he recuperado a mis hijos y estoy feliz […] Feliz Año Nuevo, pero que sea un año donde el Dios de Israel, de Isaac y de Jacob, el Dios hecho carne en Jesucristo, reine.” (30 de Diciembre, 2004)
Rafael Castela Santos

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